El tribunal supremo estima recurso de casación de Bufete Osuna en nombre de una guardia real de SM El Rey

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, en Sentencia 106/2022 de 2 de diciembre, ha estimado el recurso de casación planteado por Bufete Osuna en nombre de una militar integrante de la Guardia Real de Su Majestad el Rey.

En la resolución recurrida y ahora revocada por el Tribunal Supremo, el Tribunal Militar Territorial Primero acordaba el sobreseimiento del Sumario iniciado por denuncia de la Guardia Real frente a su superior por un supuesto delito de abuso de autoridad. El referido Auto del Tribunal de instancia no solo ordenaba el archivo del procedimiento iniciado por la Guardia Real, si no que acordaba la apertura de otro contra ésta como investigada por un delito de acusación y denuncia falsa.

El recurso de casación planteado por Bufete Osuna se ha fundado en la infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías y tutela judicial efectiva de los juzgados y tribunales, ex artículo 24 de la Constitución.

El Tribunal de instancia consideró concurrentes en el caso los requisitos que ampararían el sobreseimiento del sumario, pues “no existen indicios probatorios suficientes de la posible comisión del ilícito por parte del superior jerárquico respecto de la Guardia Real”.

Nada más lejos de la realidad.

Tal y como han argumentado los Excmos. Magistrados de la Sala de lo Militar del Alto Tribunal en una Sentencia de 53 folios de extensión, no solo no se cumplen los aludidos requisitos jurisprudenciales para el sobreseimiento del sumario, si no que “existen indicios más que suficientes para enjuiciar al superior jerárquico y no cabe, por ende, abrir ningún procedimiento por acusación y denuncia falsa sobre la Guardia Real”.

En definitiva, la Sala Quinta ha acogido en su totalidad la fundamentación expuesta por Bufete Osuna en su recurso, calificado por el propio tribunal como “cuidado” y “atinado”, habiendo visto la Guardia Real plenamente satisfechas sus pretensiones.